6.- Comprueba la posibilidad de devolución. Te parecerá una tontería, pero este criterio sirve de gran ayuda. Cuando veas un producto, mira si hay posibilidad de devolución en caso de que no te satisfaga o te arrepientas al recibirlo. Si el aviso no está junto al producto, es probable que al final de la página haya un apartado llamado Política de devoluciones o similar. Si existe la posibilidad, ahí tienes un signo de confianza. En caso contrario no es aconsejable comprar.
7.- Ojo a la fecha de entrega. Este no es un consejo para comprar de forma segura, pero sí para asegurarte de que no quedarás mal con el destinatario de tu regalo. Piensa que en estas fechas hay mucha más gente que compra por internet, por lo que deberás asegurarte de que el paquete llegará a tiempo. No te preocupes, en estas fechas todos los grandes portales colocan, justo al lado del precio, un aviso del plazo de entrega.
Cuidado con los precios sorprendentemente bajos: si algo es demasiado bonito para ser cierto probablemente no lo sea.
8.- Navega de manera segura. Esto no tiene nada que ver con el wifi, aunque pueda parecerlo. Una vez que hayas seleccionado el producto que quieres comprar y te hayas registrado, pasarás a hacer el pago. Entonces fíjate en la barra de direcciones, en la parte superior de tu navegador, donde pone la dirección web en la que estás. Si la dirección empieza por “https”, significa que estás en una conexión privada y, por tanto, segura. Si solo empieza por “http”, significa que tu conexión no es privada. Y si no es privada, no es un buen sitio para meter tus datos de pago.
9.- Formas de pago. Si nunca has comprado por internet, a la hora de pagar es probable que prefieras hacerlo contrareembolso. Sin embargo, no desprecies las vías online, siempre que veas que son seguras. La opción más clásica es la de pagar con tu tarjeta de crédito, aunque también puedes ver otras opciones seguras como PayPal y Trustly.
10.- Hazte una tarjeta virtual. Si quieres pagar con tarjeta pero no te hace demasiada gracia poner tus datos por miedo a los ojos enemigos, no te preocupes. Lo más probable es que tu banco te dé la opción de hacerte tarjetas virtuales de un importe exacto (justo el dinero que quieres gastarte) y con una caducidad concreta (el día en que vas a hacer la compra). Esta es una buena forma de pagar sin exponer tus datos, aunque quizá necesites unas habilidades informáticas mayores de las que te hemos presupuesto si nunca