Hay algunas condiciones climatológicas que favorecen la aparición de diferentes tipos de insectos que pueden ser muy perjudiciales para tus plantas. Es importante que dediques un poco de esfuerzo para que tus plantas crezcan con fuerza y así prevenir las agresiones de estas plagas, y también que diferencies los efectos de unos y otros tipos de insecto para aplicar el producto adecuado en el caso de que ya se haya producido la infección. A continuación te ofrecemos más información a cerca de los insecticidas.
Aplicación y actuación del insecticida
No todos los insecticidas actúan de la misma forma. Dependiendo del tipo de insecticida del que se trate, puede ser efectivo por contacto o ingestión.
Se pueden dividir entre ovicidas (si eliminan los huevos), larvicidas (si eliminan las larvas) y adulticidas (si eliminan el adulto). Los insecticidas pueden actuar por varias vías que, normalmente se combinan:
• Por contacto, al depositarse el producto sobre el insecto .
• Por respiración, desde el aire.
• Por ingestión, cuando el insecto se alimenta de partes de la planta que contienen el producto.
La mayoría de los insecticidas son sistémicos ya que al aplicarse en la planta, penetran hasta sus tejidos y, a través de ellos, se reparte por todas sus partes. Así, aunque al aplicarse no cubra toda la superficie de la planta, o no caiga directamente sobre los parásitos, la propia planta se convierte en venenosa para la plaga.
Los insecticidas no sistémicos son los que acaban con el insecto directamente al depositarse sobre este o cuando lo inhala
En general, debes aplicar el insecticida por toda la planta. Empieza probando a aplicarlo una vez a la semana. Si siguen apareciendo insectos por la zona, recurre a aplicaciones más frecuentes. No es conveniente que sigas aplicando el insecticida cuando desaparezca el riesgo para la planta. Pero lo mejor es que, antes de utilizarlo, consultes las instrucciones sobre la frecuencia y el modo de utilización que indica el fabricante.
Insectos: ¿Cuáles son las plagas más comunes y cómo se evitan?
Es importante que sepas identificar cuáles son las plagas más comunes para que notes los síntomas y puedas aplicar el remedio adecuado.
La mosca blanca: Suele atacar a muchos tipos de planta ornamental de jardín y planta de interior. Algunos síntomas son: observar si hay pequeños huevos con forma de cono y de color claro (amarillo, gris); las hojas tienen motas amarillas y luego se secan. También atacan a plantas hortícolas, verduras, cítricos, ficus, palmeras, platanera, etc.
Para prevenir su aparición debes mantener la planta en el mejor estado posible, procurando abonar la tierra con abonos orgánicos periódicamente, adecuar el riego a las necesidades de la planta y controlar el crecimiento de malas hierbas alrededor, ya que sirven de refugio a la mosca blanca.
Para acabar con ella se debe utilizar insecticida específico de mosca blanca o bien un insecticida polivalente.
El pulgón: Ataca a todo tipo de planta ornamental de jardín y también a plantas de interior, hortícolas, verduras, cítricos, castaño de indias, etc. Puedes deducir que tu planta tiene pulgón porque suele situarse en las yemas jóvenes y suelen atraer a las hormigas, que se alimentan del jugo que generan; además, provocan ronchas irregulares blancas y marrones en las hojas. Las larvas y orugas suelen esconderse en la parte interior de las hojas.
Para prevenir su aparición, es muy importante que mantengas el vigor de la planta y hagas mejoras en la calidad del suelo con abonado de origen animal o vegetal y también con abono mineral. Adecua la cantidad y periodicidad de riego a las necesidades de tu planta.
Como medida curativa, puedes utilizar un insecticida específico para pulgón o uno polivalente.
Los ácaros (araña roja): Aparece en plantas con flor, de interior, especies tropicales, trepadoras, arbustivas, cítricos, coníferas, frutales, hortalizas, palmeras… Son difíciles de ver a simple vista. Sabrás que tu planta está atacada por la araña roja si el envés de las hojas tiene pequeños abultamientos rojizos, porque dentro están las arañas.
Para evitar que ataquen tus plantas, puedes pulverizar periódicamente las hojas con agua para mantener cierto grado de humedad que impida su reproducción. También es muy importante que mantengas la tierra bien abonada para que la planta no se debilite y que apliques la cantidad de riego que necesita con la periodicidad que requiera el tipo de planta.
Para eliminar la plaga puedes hacerte con un insecticida específico para ácaros o uno polivalente.
La cochinilla: Esta plaga ataca a especies arbustivas y árboles ornamentales como la adelfa, cítricos, coníferas, frutales, higueras, el laurel, el olivo, las palmeras, el tilo, entre otros. Verás abultamientos algodonosos en los tallos más tiernos y en las hojas.
Como medida preventiva puedes mantener la tierra bien abonada para que tu planta se conserve fuerte, también ajustar el riego de forma eficiente, en la cantidad y periodicidad que la planta requiere.
Para acabar con la cochinilla, tendrás que aplicar un insecticida sistémico para cochinilla o los llamados aceites de verano que son tratamientos preventivos contra las plagas al inicio del verano.