- Los fungicidas pueden dividirse en función de: su acción; su especificidad; la fase de actuación y su modo de acción.
- Es muy importante que sigas las instrucciones recomendadas por el fabricante. En ellas se detalla la forma idónea de aplicar el producto para que sea más efectivo.
- No dejes de lado las debidas precauciones cuando vayas a aplicar un fungicida.Recuerda que se trata de productos que pueden ser muy tóxicos.
Hongos: ¿cuáles son los más comunes y cómo se combaten?
Las plagas de hongos más comunes son el oidio, el mildiu, la roya y la antracnosis. No obstante, si quieres ampliar información sobre la tipología.
El oidio, mal blanco o blanquilla: Es una enfermedad causada por hongos que se desarrolla sobre brotes, hojas, flores y frutos, generalmente por un exceso de humedad. Puedes identificarlo por la aparición de manchas polvorientas de color gris-blanco que empiezan poco a poco y se van extendiendo sobre la superficie de hojas y otras estructuras. Si se extiende durante mucho tiempo las hojas amarillean, se curvan y terminan por caerse.
Para prevenirlo puedes hacerte con plantas que resistan bien la humedad. Si la planta es afectada cambia su ubicación a lugares más soleados y ventilados. Reduce los riegos por aspersión y utiliza abonos ricos en nitrógeno. La poda es muy importante para prevenirlo, ya que favorece la aireación y reduce la sombra que propicia la aparición de hongos.
El tratamiento que debes utilizar es un fungicida sistémico para plagas de oidio o bien un fungicida polivalente. Es conveniente podar las partes afectadas y espolvorear con azufre las zonas dañadas y sus alrededores.
El mildiu: ataca principalmente a plantas con flor, hortícolas, viñedos y verduras, que sufren un exceso de sombra y de humedad. Puedes identificarlo por la aparición de manchas amarillas, verde claro, algunas veces aceitosas en la cara superior de la hoja. En el reverso podrás ver una pelusilla de color blanco, gris o púrpura. Las hojas terminan por caer y tu planta puede quedar completamente defoliada.
Para prevenir su aparición o tratar los primeros síntomas, debes seguir los consejos para evitar la aparición de hongos, como cambiar tus plantas a lugares soleados y con buena ventilación, adecuar el riego a la necesidad de tus plantas para evitar que se acumule un exceso de agua que propicie la aparición de hongos y eliminar el exceso de hojas para reducir las zonas de sombra y facilitar la aireación. Además, es importante que desinfectes con frecuencia tus herramientas de jardinería con lejía.
Para tratar esta plaga debes podar las partes afectadas, utilizar un fungicida sistémico para este tipo, o uno polivalente. Procura aplicar el producto cuando no llueva, ya que el agua de lluvia limpiará el fungicida y no hará su efecto.
La roya: Puede afectar a un gran número de plantas ornamentales. Es frecuente que ataque a frutales, árboles, césped, plantas arbustivas, trepadoras y hortículas también. Suele aparecer en ejemplares debilitados y plantas que carecen de vigor. Es sencillo identificar su aparición, ya que aparecen puntos o manchas brillantes de color amarillo, marrón, naranja e incluso rojo sobre hojas y tallos, a veces en los frutos y las flores.
Para prevenir sus aparición y sus efectos, es conveniente que cambies las plantas afectadas a lugares más soleados y con buena ventilación. Elimina también el exceso de ramaje y de hojas para facilitar la correcta aireación de la planta y la entrada de sol que evite la humedad. También es importante que mantengas desinfectadas tus herramientas de jardín y que realices mejoras en la tierra mediante el abono adecuado para que tu planta crezca con fuerza y los hongos no le puedan afectar tanto. Si el ambiente en el que resides es húmedo y cálido, puedes prevenir esta plaga aplicando productos a base de cobre.
Puedes combatirlo con un tratamiento sistémico específico para roya o bien uno polivalente para varias clases de hongos.
La Antracnosis: ataca tanto a plantas ornamentales como a frutales, plantas arbustivas, trepadoras, hortícolas y verduras. Los hongos se desarrollan sobre hojas, brotes, tallos y frutos. Suele comenzar con manchas amarillas, marrones y púrpuras con márgenes bien definidos. La lesión en las hojas suele ser angular y sigue las venas pero en el tallo son más o menos redondeadas y oscuras. En los frutos puede provocar manchas con anillos concéntricos bien marcados.
Para prevenir su aparición es recomendable seguir los consejos de prevención de hongos, como colocar tus plantas en lugares soleados y con buena ventilación, reducir el riego por aspersión y evitar el exceso de agua en la planta, podar para eliminar el exceso de sombra y permitir que se aireen todas las partes de la planta.
Para tratar esta plaga, elimina y destruye las hojas, brotes, tallos, flores y frutos fuertemente afectados. Si se extendiera el hongo, se puede seguir un tratamiento con un fungicida sistémico o uno polivalente. El fungicida de cobre es el más indicado.
¿Cómo se aplica un fungicida?
Antes de decantarte por un fungicida, debes fijarte muy bien en su etiqueta y las propiedades, ya que no todos son adecuados para la misma función. Dependiendo del tipo del que se trate, deberá aplicarse de una forma u otra y en una época determinada, pero no en primavera necesariamente.
Cada tipo de fungicida es efectivo de una forma diferente, por eso tendrás que aplicarlo en la raíz de la planta o directamente sobre la parte afectada en función del hongo del que se trate y del fungicida adecuado. Por este motivo, es muy importante que sigas las instrucciones del fabricante, así asegurarás su efectividad.